Ser director nacional de All Dance Portugal ha sido una de las experiencias más gratificantes de mi vida. Desde el inicio de este proyecto, me ha conmovido la pasión, el talento y la determinación de todos los involucrados: bailarines, coreógrafos, escuelas y familias. Cada competición recuerda el impacto transformador que la danza tiene en nuestras vidas y en nuestra comunidad. Es mucho más que movimiento, es un lenguaje universal que une a las personas y crea puentes entre culturas. A lo largo de los años, he tenido el privilegio de presenciar historias increíbles. Jóvenes que encontraron en la danza una forma de superar desafíos personales, escuelas que se unieron para elevar el nivel artístico nacional y grupos que mostraron al mundo el potencial del talento portugués. Estos momentos me llenan de orgullo y refuerzan la certeza de que estamos en el camino correcto. All Dance Portugal se ha convertido en una plataforma de oportunidades, un espacio donde los sueños se hacen realidad y donde todos pueden mostrar lo mejor de sí mismos. Cada competición organizada por All Dance Portugal es más que un evento, es una celebración del arte, del esfuerzo y de la dedicación. Ver cómo los escenarios cobran vida con actuaciones tan emocionantes es indescriptible. La energía que sentimos, los aplausos que resuenan y las lágrimas de alegría al final de cada presentación son prueba del impacto que estamos creando. Es imposible no emocionarme al ver los resultados del arduo trabajo de tantas personas. Como director, también he tenido la oportunidad de crecer personal y profesionalmente. Trabajar con un equipo tan comprometido y ver la confianza que las escuelas y los bailarines depositan en All Dance Portugal es una responsabilidad enorme, pero también una fuente de motivación diaria. Cada desafío que enfrentamos nos fortalece y nos prepara para llegar aún más lejos. Este rol me ha enseñado el verdadero significado del liderazgo colaborativo y del poder del colectivo. Creo firmemente que el futuro de la danza en Portugal es brillante, y All Dance Portugal ha sido un pilar fundamental en esa construcción. Continuaremos trabajando para ofrecer a nuestros artistas el reconocimiento que merecen, llevando la danza portuguesa a los escenarios internacionales y mostrando al mundo el talento extraordinario que tenemos. Invito a todos a unirse a este viaje con nosotros: como bailarines, espectadores o seguidores. Juntos, podemos transformar vidas y crear un legado que inspire a las generaciones futuras.

Como franquiciada de All Dance Honduras, he tenido una experiencia increíblemente enriquecedora. Desde el principio, la franquicia ha ofrecido un soporte excepcional, brindándonos formación continua y herramientas eficaces para gestionar nuestro estudio de danza con éxito. La red global de franquiciados proporciona un valioso intercambio de ideas y estrategias, lo que nos permite mantenernos al tanto de las últimas tendencias y mejores prácticas en el mundo de la danza. El modelo de negocio probado y el enfoque en la calidad de la enseñanza nos han permitido construir una comunidad de estudiantes apasionados y comprometidos. Además, la marca All Dance International es reconocida y respetada, lo que facilita la captación de nuevos clientes y fortalece nuestra posición en el mercado. En resumen, ser parte de All Dance no solo ha sido una inversión exitosa desde el punto de vista empresarial, sino también una experiencia profundamente satisfactoria a nivel personal, al contribuir al desarrollo y crecimiento de jóvenes talentos en la danza.

Ser parte del equipo de All Dance International como franquiciada en tres países ha sido para mí una experiencia valiosa de crecimiento y desarrollo, tanto a nivel laboral como personal. El prestigio que ofrece el campeonato oficial de danza del mundo no solo beneficia a nuestra organización, sino que también impulsa el desarrollo de la danza en nuestros países. Gracias a esto, hemos podido trabajar en equipo con academias, coreógrafos, directores y bailarines, lo que enriquece la industria de la danza en todos sus aspectos. Me siento inmensamente orgullosa y emocionada de ser parte de la familia de All Dance a nivel global. Haber sido bailarina, coreógrafa y directora de escuela, y ahora poder continuar promoviendo el arte de la danza desde esta nueva perspectiva, además de contribuir a la unión cultural entre países, me llena de satisfacción. Gracias All Dance International, y ¡a seguir juntos por el crecimiento de la danza en el mundo!